El sábado estuvimos por la Albufera de Mar Chiquita averiguando como estaba el pique de Corvinas Negras, lo que hacemos habitualmente en cada recorrida que andamos por esa zona.
Pero, oh sorpresa, hacía un par de días que lo que estaba picando de "costa" eran grandes tiburones bacotas que arrimaban por la cantidad de lisa que hay en la desemboradura de la Albufera.
Los sacan de costa, pero ingresan las lineas entre 300 y 500 mts a través de motos de agua o con tabla body y pata de ranas, ya que de tener que hacer lances con caña no llegas a mas de 30 o 40 mts, por el tamaño de la carnada (lisa chica entera), el naylon (0,70 a 0,90 mm) y por el formato de linea con acero, boya para elevar la brazolada de acero y como plomada se usa un grampin (fierro con hierro ti po ancla chica). Este grampin esta unido a la linea madre con un naylon 40 o 45, el que se corta y se pierde cuando pica o cuando sacan la linea.
Eran las 10 de la noche y teníamos que seguir para Pinamar, pero ahi nomás fuimos hasta la escollera donde se destacaba la iluminación con reflectores tirados por grupos electrógenos para alumbrar la zona de piedras desparejas que conforman la misma, y así trabajar la pieza con una visión mas adecuada.
Cuando llegamos, nos encontramos con un pescador peleando con un tiburón desde hacía unos minutos. El pez picó y se vino para la costa hasta que se dió vuelta y ahi mando él. Empezó a sacar naylon y no paraba. El equipo estaba conformado con una caña bastante fuerte y un reel rotativo Penn 9/0 con naylon del 0,80 mm y una carga de 1000 metros.
Luego de una media hora de ir para adentro, quedaba en el carretel menos de 100 metros. Empezó a prepearlo un poco y lo frenó, ya cuando estaba casi sin naylon.
En pocos minutos lo tenía nuevamente a 100 metros de la costa y como sin dudas pintaba para grande, se bajo de la escollera y lo peleo de la playa, donde lo hizo caminar 500 metros. Para entonces, eramos una docena de curiosos esperando ver aparecer lo que terminó siendo: un descomunal tiburon de 120 kilos, una torta impresionante.
El tibu venía robado de la aleta y era por ello que no paraba cuando arranco para adentro. Incluso el anzuelo (un 10/0) estaba vencido un par de centimetros, demostrando lo duro que habian sido los cañazos para darlo vuelta.
Para el pescador, una enorme satisfacción y adrenalina increibles. Para nosotros, espectadores de lujo, ver una pelea impresionante por ser de costa. Quedamos enloquecidos, y vamos a preparar algunos equipos para ir en algún momento a disfrutar de esa pesca, en un formato totalmente desconocido para nosotros, y que hoy tenemos la posibilidad de compartirlo con uds.
Ah, me olvidaba. De las corvinas negras, todavia ni noticias. El pescador se llamaba Germán, pero este pescaba, no es el que conocemos todos. Y el destino del Tibu, no sabemos si lo devolvieron o no, nosotros nos fuimos rumbo a Pinamar ni bien terminamos de sacar las fotos.
martes, 24 de noviembre de 2009
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